¿Habéis oído hablar de la Gran Mancha en el Pacífico? Es una zona de desastre absoluta. Es como esos locos terremotos que arrasan ciudades, sólo que, en lugar de sacudirlas, aquí reina un lío enorme de basura plástica que causa graves daños tanto al medio ambiente como a la salud humana. 

Esta mancha de basura es gigantesca. Se estima que es del tamaño de Texas y que hay entre 1,27 y 2,66 millones de toneladas de residuos plásticos. ¿No os parece una locura? Todo este plástico procede de todo tipo de lugares— ríos, barcos e incluso cosas realizadas en tierra.

Pero lo peor es lo mucho que esto afecta al océano y a las criaturas que viven en él. ¿Sabíais que hasta el 70% de la basura se hunde en el fondo del océano y se descompone en diminutos trozos de plástico, contaminando el agua y dificultando la vida de los animales marinos?

Las tortugas marinas, por ejemplo, creen que las bolsas de plástico son medusas, y aves como los albatros confunden las bolitas de plástico con huevos de peces. Pero esto no es todo. El plástico estropea toda la cadena alimentaria, al impedir que la luz del sol llegue al plancton y las algas, importantísimos para el ecosistema oceánico. 

Esta mancha de basura no sólo es mala para los animales, sino también para nosotros. Cuando los residuos plásticos del océano absorben sustancias químicas nocivas como el bisfenol A (BPA), pueden afectar gravemente al medio ambiente y a la salud humana. Y cuando los animales comen este plástico, guardan todas esas toxinas dentro de sus cuerpos. Si posteriormente comemos estos animales, también nos ponemos en peligro a nosotros mismos.

Y no son sólo las grandes piezas de plástico las que causan el problema. ¿Sabías que el 60% de la ropa está hecha de plástico, incluyendo el nailon, el acrílico y el poliéster? Así que, cuando lavamos la ropa, en realidad estamos añadiendo aún más trocitos de plástico al océano.

Las cifras son aterradoras. Los filtros de cigarrillos representan el 32% de los residuos plásticos del océano, mientras que los envases de alimentos y los tapones de botellas suponen el 9% y el 8%, respectivamente. Y en Estados Unidos tiramos 138.000 millones de agitadores de plástico al año, además de 2.000 millones de maquinillas de afeitar y 1.000 millones de cepillos de dientes. Hay que poner orden, ¡antes de que sea demasiado tarde!

... ¿Entonces qué hacemos? 

Las consecuencias de nuestra inacción son nuestra perdición. La gran mancha de basura del pacífico es un llamado de auxilio, para que todos cambiemos nuestra forma de actuar y nos responsabilicemos de los residuos plásticos que estamos generando. 

La primera solución de este problema es dar prioridad a la sostenibilidad y adoptar una economía circular. Una economía circular es básicamente un sistema económico diseñado para eliminar los residuos y promover el uso continuo de los recursos. Esto significa reducir nuestra dependencia de los plásticos de uso único y otros materiales insostenibles; en su lugar, centrarnos en productos diseñados para ser reutilizados y reciclados, como lo son por ejemplo los increíbles productos de Apple, reacondicionados por Loop Mobile. 

En lugar de comprar un teléfono nuevo, ¿por qué no optar por uno reacondicionado? Es una forma estupenda de reducir los residuos electrónicos y obtener la misma calidad y funcionalidad que un teléfono nuevo. ¿Habéis oído hablar de Bracenet? Esta compañía alemana fabrica productos a partir de residuos plásticos marinos. ¿Qué guay, no? Al recoger redes de pesca desechadas del océano y convertirlas en pulseras, bolsas y otros productos, ayudan no sólo a limpiar nuestros océanos, sino también a crear productos sostenibles y ecológicos, bonitos y únicos. 

En Loop Mobile nos enorgullecemos de formar parte del movimiento hacia un futuro más sostenible. Nos hemos asociado con Apple para ofrecer productos de la marca reacondicionados, incluyendo el revolucionario iPhone 13 reacondicionado.  

Si elegís un producto Apple reacondicionado en lugar de uno nuevo, no solo ahorráis cientos de euros, sino que también reducís vuestro impacto medioambiental. Al trabajar con Apple además quedamos con la conciencia tranquila de que estamos colaborando con una empresa comprometida con la sostenibilidad y la reducción de su propia huella de carbono. 

Soluciones para combatir la contaminación por plásticos hay varias. Ya sea apoyar a las empresas que dan prioridad a la sostenibilidad, reducir nuestro propio consumo de plásticos de un solo uso o abogar por políticas que promuevan una economía circular- cada uno de nosotros tiene el poder de marcar la diferencia. Trabajando juntos, podemos crear un futuro sostenible y bonito, un futuro que nos enorgullezcaa todos, y que podamos dejar a la próxima generación. 

Unámonos para apoyarnos mutuamente y apoyar la economía circular. Hagamos de ella una prioridad y prestémosle la atención que merece. Vamos, chicos, ¡que lo podemos conseguir!